
Te prestó poca atención, cruzó los brazos y te dijo con tono firme: “no me da la gana”.
Y tú pensaste: “¿y a este muchachito qué le pasa? ¿Quiere pelear… o dirigir la casa?”
Si alguna vez te has sentido así, este artículo es para ti. Porque cuando un adolescente reta, no siempre está pidiendo una reprensión… a veces solo está pidiendo ser visto.
¿Por qué te reta tu hijo adolescente?
En la adolescencia, los retos verbales, las miradas desafiantes y las respuestas cargadas de actitud no siempre son sinónimo de rebeldía agresiva. Muchas veces, son intentos torpes —pero sinceros— de afirmarse, de probar los límites y de defender lo poco que sienten que controlan.
Algunas razones por las que tu hijo adolescente te reta
- Porque está en el proceso de aprender a defender lo que piensa… aunque aún no sepa como hacerlo con respeto.
- Porque siente emociones intensas y no tiene herramientas para gestionarlas.
- Porque quiere comprobar si su voz cuenta, aún cuando suene demasiado fuerte.
¿Cómo responder sin caer en la trampa del reto?
- No te enganches: tu serenidad puede desactivar su impulso.
- Valida la emoción, no la forma: puedes decir “entiendo que estés molesto” sin aceptar gritos.
- Marca límites claros, sin gritar más fuerte: tu autoridad no la determina el volumen de tu voz, sino tu coherencia.
Cuando tu hijo te reta, también te está dando una oportunidad: la de mostrarle cómo se sostiene una conversación con respeto, incluso en medio del enojo. Tú eliges si entras en batalla… o si lideras el momento con calma, firmeza y empatía.
¿Has vivido momentos retadores con tu hijo adolescente?
Cuéntanos tu experiencia en los comentarios.
Y si conoces a alguien que podría beneficiarse con este artículo, compártelo.
En ViviR por la infancia transformamos cada desafío en una oportunidad para crecer juntos.