
Dormir con un bebé puede parecer la forma más tierna y natural de demostrarle amor, pero muchas madres y padres se preguntan si realmente es seguro. Esa imagen de compartir la cama puede transmitir cercanía y consuelo, pero también esconde riesgos que es importante conocer.
Desde el primer día, buscamos formas de sentirlos protegidos, de atenderlos al primer suspiro y de disfrutar ese contacto único. Por eso, muchas familias optan por tener al bebé en la misma habitación. Y es una excelente decisión. Compartir cuarto favorece el apego y facilita la lactancia nocturna, pero lo ideal es que el bebé tenga su propio espacio.: una cuna, un moisés o un corralito adosado a la cama. Como si su camita fuese una pequeña casita pegada a la tuya: al alcance de tu mano, pero con sus propios límites.
Los riesgos de compartir cama
Aunque dormir juntos puede parecer cómodo, especialmente en las madrugadas difíciles, es importante saber que compartir el mismo colchón con un bebé conlleva ciertos peligros. Durante el sueño, los adultos cambiamos de postura sin darnos cuenta: un brazo que se extiende, una manta que se mueve… y eso puede ser suficiente para cubrir accidentalmente la carita del bebé o apretarlo sin querer. Estos movimientos, normales en el descanso de cualquier adulto, pueden tener consecuencias muy graves en un cuerpo tan pequeño.
Lo mismo ocurre con algunos accesorios populares. Los llamados “nidos” o “cojines para bebé” pueden parecer seguros, pero no están diseñados para el descanso nocturno. Al ser poco profundos, no evitan que el bebé se deslice o se gire peligrosamente. Son útiles mientras está despierto, siempre bajo tu supervisión directa, pero no deben usarse como sustituto de una cuna segura.
Cercanía sí, pero con protección
¿Y entonces cómo lograr esa cercanía sin miedo? Existen alternativas muy prácticas y pensadas justamente para facilitar ese vínculo sin renunciar a la seguridad:
- Cuna colecho: se adapta al lateral de tu cama, permitiendo que tu bebé esté a tu lado sin compartir el mismo espacio. Así puedes tocarlo, alimentarlo o tranquilizarlo sin moverte demasiado.
- Corralito con moisés: portátil, firme y cómodo, ideal para mantener la movilidad dentro de casa mientras garantizas un entorno seguro.
- Moisés giratorio: algunos modelos rotan hacia ti con suavidad, facilitando la toma nocturna o un mimo sin tener que levantarte del todo.
Cada familia es distinta
Sabemos que no existe una única forma de hacerlo bien. Las costumbres, los consejos de abuelas y amigas, y la búsqueda desesperada de algunas horas de sueño influyen en nuestras decisiones. Por eso, lo más importante es que te sientas acompañada: habla con tu pediatra o especialista, comenta tus dudas, y elige lo que funcione mejor para ustedes sin perder de vista la seguridad.
¿Y tú, cómo has organizado el rincón de descanso de tu bebé? ¿Tienes algún truco que te ayude en las noches? Comparte tu experiencia en los comentarios: puede ser justo lo que otra familia necesita leer.
En ViviR por la infancia creemos que el amor se demuestra también cuidando los detalles del día a día. Crear un espacio de descanso seguro y cercano es una forma hermosa de protegerlos mientras duermen… y de dormir tú también con más tranquilidad.