Módulo I: Introducción y fundamentos de la lactancia materna

La lactancia materna es reconocida como la forma óptima de alimentación infantil y una intervención prioritaria en salud pública, debido a sus beneficios comprobados para el lactante, la madre, el entorno familiar y la sociedad en general.
En el recién nacido, la lactancia materna garantiza una nutrición completa y adaptada, fortalece el sistema inmunológico, favorece el desarrollo neurológico y cognitivo, y contribuye a la prevención de enfermedades tanto en la infancia como en etapas posteriores.
Para la madre, representa una estrategia clave para la recuperación posparto, la prevención de diversas enfermedades no transmisibles, el fortalecimiento del vínculo afectivo con su hijo y, bajo ciertas condiciones, un método anticonceptivo natural durante los primeros seis meses.
A nivel comunitario, la práctica de la lactancia materna reduce significativamente los costos sanitarios, promueve la sostenibilidad ambiental al prescindir de procesos industriales, y garantiza seguridad alimentaria, especialmente en contextos de emergencia.
Desde el punto de vista biológico, la leche humana es un fluido dinámico cuya composición cambia para responder a las necesidades del lactante. Se distinguen tres etapas: el calostro, rico en anticuerpos y nutrientes concentrados, fundamental en los primeros días de vida; la leche de transición, que aumenta progresivamente en volumen y densidad energética; y la leche madura, que contiene proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas, minerales, células inmunológicas y factores bioactivos en proporciones óptimas.
Este módulo ofrece una visión integral de los fundamentos fisiológicos, inmunológicos y nutricionales que sustentan la lactancia materna como una estrategia esencial para la salud y el desarrollo humano desde los primeros días de vida.